El blanco es y será el color de base perfecto para cualquier estancia, sea cual sea su estilo.
Se trata del color neutro de toda la vida que, no sólo sirve de fondo perfecto, también decora por sí mismo, dando un aire sofisticado al espacio.
Combina con cualquier color habido y por haber y, además, aporta luminosidad y genera amplitud a la estancia.
Cabe destacar que el color blanco es ideal para mezclar con colores brillantes, creando decoraciones elegantes y modernas.
Junto al blanco, el negro es uno de los neutros más usados en la decoración.
Resulta perfecto para ambientes clásicos, con aires vintage, retros, modernos y hasta minimalistas, y otorga un aire sofisticado, sobrio y elegante a cualquier espacio.
Se trata de un indispensable a la hora de generar contrastes con otros colores más apagados o poco saturados.