Las velas constituyen un elemento clásico en la decoración de la mesa navideña.
A la hora de combinar sus colores, tenga en cuenta los siguientes principios:
- Las rosadas son símbolo de amor (delicado si son pálidas, encendido si son intensas)
- Las velas azules y celestes representan sentimientos de serenidad, devoción y generan un clima de entendimiento espiritual.
- Las de color blanco simbolizan pureza, inocencia y gracia.
- Las de tonalidad violeta crean un ambiente de paz y espiritualidad
- Las velas verdes predisponen a la calma y la curación física y mental.
- Las rojas, en tanto, tonifican y revitalizan, aunque deben emplearse mesuradamente para que no causen una excitación excesiva.
La tradición navideña intercala velas de estos tonos, simbolizando así la fuerza, el poder (rojo) de la vida nueva (verde).
Felices Fiestas